HIDRATOS DE CARBONO: EL ENEMIGO

Me considero adicta al chocolate y todo tipo de dulces... pero estoy descubriendo que soy aún más adicta a los hidratos de carbono.

Mi dieta es pobre en hidratos de carbono, procuro tomar (aparte de los HC que puedan llevar las verduras...) sólo dos rebanadas de pan de avena en el desayuno (el pan de avena de Mercadona, que comprobé que es el que menos HC tiene de todos los que hay allí). El resto del día no como nada de pan, pastas o patatas... Esta semana, la dieta me permitía tomar un plato de paella, así que lo reservé para el sábado, y le pedí a mi madre que me hiciera mi plato favorito: paella de marisco. Estaba de muerte, claro. El problema fue una hora después, cuando lo estaba asimilando... que me entró el ansia. Ansia de comer de todo lo prohibido, chocolate, galletas, helados... Lo que fuera!!!!! Necesitaba azúcar e hidratos en vena. ¡Qué duro!

El caso es que lo tengo comprobado, soy capaz de no probar nada prohibido y estar tan feliz, pero en cuanto tomo un poco de hidratos de carbono fuera de lo estipulado (las dos rebanadas del desayuno), mi cuerpo se descontrola... 

¿POR QUÉ SON TAN ADICTOS LOS HIDRATOS DE CARBONO?

Hay dos tipos de hidratos: los simples, culpables de esta adicción, que se asimilan rápido por el organismo, y los complejos, que se liberan lentamente, y evitan subidas repentinas de glucosa... Cuando consumimos HC simples, se asimilan rápido, haciendo que los niveles de glucosa aumenten repentinamente. La glucosa es el principal alimento del cerebro, así que éste recibe el aumento de glucosa y libera serotonina, que nos hace sentir bien, y que a la larga, genera en nuestro cuerpo la dependencia a los HC, así que el cuerpo se va acostumbrando, y como si fuera una droga, cada vez, necesita más HC para sentirse bien.... Entramos, de esta forma en esa espiral, de necesitar cada vez más HC, y sentirnos cada vez peor, porque está comprobado que los HC, aparte de dar sueño y hacernos sentir cansados, al aumentar tan rápidamente la glucosa, se acumula en forma de grasa, porque no da tiempo a quemarla toda... haciéndonos engordar...

Normalmente, la solución que se da a esta adicción es sustituir los HC simples por los complejos en nuestra dieta, es decir, tomarlo todo integral: la pasta, el pan, el arroz.... Pero a mí eso no me vale, simplemente, necesito más. Así que prefiero limitarme a las dos rebanadas de pan de avena del desayuno, y hasta el día siguiente... Es la única forma de "controlar el mono".

¿Os pasa también?